viernes, 2 de noviembre de 2007

El lugar más hermoso del mundo


Primera incursión en Chile: Parque Nacional de las Torres del Paine, región XII -Magallanes y Antártica chilena- provincia de Última Esperanza, Comuna de Torres del Paine. Sector del río Serrano, en el límite meridional del parque. 51º 13' S; 72º 58' W

Creo que he encontrado mi lugar en el mundo, a pesar de que he creido encontrarlo otras veces. Creo que nunca he estado un lugar que me haya gustado tanto, a pesar del clima inhóspito. El viento del oeste, tremebundo y prácticamente constante, ha dejado en simple brisa los vientos sufridos en Península Valdés; y el frío, casi de invierno segoviano: aunque la temperatura no es demasiado baja (algún día durante nuestra estancia ha oscilado entre 3 y 8 grados), la sensación térmica es heladora, a tal punto que yo no me recuerdo tan abrigado creo que nunca.

Por más que todos hemos visto montones de fotos del macizo del Paine -pequeña cadena montañosa de origen independiente al de los Andes- sobre todo de los famosos Cuernos y de las Torres que dan nombre al parque, no me había hecho una idea cabal de lo que nos íbamos a encontrar. Y no son sólo los cuernos y las torres, con ser mucho; son las dimensiones (242.242 hectáreas); la infinidad de lagos de maravillosos colores; los glaciares (estamos en los dominios del Campo de Hielo Sur, la mayor superficie de hielo continental después de la Antártida y Groenlandia); la vegetación, habitualmente de bajo porte: matorral preandino, bosque magallánico deciduo (mágicos bosques de lengas y ñirres), estepa patagónica y desierto andino; la abundante y diversa fauna: rebaños de guanacos compuestos por docenas de lustrosos animales, ñandúes, cóndores, liebres europeas, chingues patagónicos, caiquenes, canquenes, patos jergones chicos y grandes, cisnes de cuello negro, flamencos chilenos y un montón más, hasta completar la nómina de 126 especies de aves y no recuerdo cuántas de mamíferos, reptiles, anfibios y peces.

Los caiquenes y canquenes, gansos abundantísimos y relativamente confiados adornando los prados; las avefrías llamadas teros en Argentina y no-recuerdo-cómo aquí, defendiendo sus nidos y pollos de nosotros pobres turistas con valentía y agresividad; las bandurrias, rebuscando su alimento en el suelo; los patos de torrente, auténtica metáfora de la vida en este parque, al borde de las cascadas, siempre en peligro; los buscadores de restos de comida de los excursionistas: tordos, zorzales (ambos, nombres chilenos), chincoles o cometocinos de gay. Y, por supuesto, el rey, el puma, del que, según nos cuenta Antonella, encantadora guardaparque argentina afincada en Punta Arenas ("Trabajo 12 días seguidos y descanso 4. Cuando estoy esos 4 días en Punta Arenas estoy deseando volver, porque allí me aburro mucho") se estima una población de 80 ejemplares dentro del parque y no sabe cuántos fuera de sus límites, donde los matan los ganaderos siempre que pueden.

Han sido dos días intensos que se nos han hecho cortos (a pesar del frío y el catarro que han aquejado a una de las chicas), y han dejado una huella muy grande...como muy grande ha sido la cantidad de fotos: son tan variables las condiciones de luz y la forma, tamaño y cobertura de las nubes que con la excusa (si es que necesitara alguna) de "ésta no la tengo" he disparado sin compasión.

A pesar de no haber podido comer frutos de calafate -dice la tradición que quien los come vuelve a la Patagonia, pero ahora la planta está en flor- estoy seguro de que volveremos. Al menos lo intentaré con entusiasmo.

11 comentarios:

Unknown dijo...

Estoy contento por ti. Porque la sensacion de estar en el lugar mas bello de la tierra tiene que ser impresionante. Espero que encontreis mas lugares como aquel en proximas jornadas. Besos

Anónimo dijo...

¡Lo que estás disfrutando!.
Y nosotros contigo, con lo que cuentas, y por como lo cuentas.
Un abrazo.

Marisa y Antonio

Anónimo dijo...

Querido viajero austral, te leo casi todos los días y es un regalo. Sigue escribiendo.
Cuídate mucho
Un beso
Elena

Anónimo dijo...

Anónimo said...
¡Cómo te entiendo, Paco!
Jaime

(bueno, antes también, pero tocaba aquí)

Anónimo dijo...

Para envidia la que a mí me das, yo, supuesta geógrafa. Debe ser impresionante de veras. Ahora que lo que me echa para atrás son esas sensaciones térmicas de las que hablas. Hay que esperar al verano, que os habéis precipitado...., para la próxima vez. Ya estoy pensando que tienes que ir al quintanilla a dar una charla. Muchos besos de esta mi familia y míos, tu supuesta tía a juzgar por los apellidos. Isabel Sánchez Pardo.

Pablo dijo...

Me atrevo a afirmar que nos tienes a todos, tus admiradores incondicionales, con los dientes bien largos de envidia.
Sigue disfrutando y narrando tus aventuras.
Un abrazo

Anónimo dijo...

Vuelvo a leer con admiración tus palabras, y llena de envidia ante esa imagen que has generado en mi cabeza, mientras yo aquí, en plena llanura castellana, a estas horas solo veo una niebla gris y espesa que desfigura cualquiere imagen nítida, a la espera del SOL.

Sigue disfrutando. Pilar

Anónimo dijo...

Tu sobrino Carlos al teclado.
Cada dia abro tu blog deseando leer otro capítulo más de esta apasionante novela de aventuras. protagonizada por Willy Darwin. Tú eres el protagonista; por tu espiritu viajero (heredado de Willy Fog) y por tu fascinación por la naturaleza (heredado de Charles Darwin).
Todos disfrutamos leyendo sobre tus pasos realizados.
Todos te deseamos lo mejor para los siguientes.

Un abrazo a ti y a esa parte de la family: Mabel, Guzman, Pablo. Solo se de vosotros por el blog.

Anónimo dijo...

La verdad Paco es que visto como escribes da miedo poner cualquier comentario intentando estar a la altura. Además se percibe que estas disfrutando casi "como un cura en casa de la suegra". Y aunque tus descripciones son asombrosas, para aquellos de tus multiples seguidores pongo un par de enlaces del Parque (lo que dice wikipedia y la web ofiacial).

http://www.torresdelpaine.com/
http://es.wikipedia.org/wiki/Parque_Nacional_Torres_del_Paine

Sigue pasándolo bien, y contándonoslo

Anónimo dijo...

Gracias por escribir estos maravillosos capítulos de tu viaje. Me encanta cómo cuentas las cosas. Haces que los que te leemos, tengamos la sensación de estar viajando contigo.
Cuídate y muchos besos.
Mª Ángeles.

Anónimo dijo...

Que maravilla, tú redacción es exquisita, esto no puede se bueno, estoy enganchado y en cuanto puedo te leo.
Sigue disfrutando y contando.

Salud. David