lunes, 12 de noviembre de 2007

El que roncaba era el chino


Seguimos en Ushuaia, el fin del mundo, como les gusta decir a los de aquí.

El que roncaba era el chino, bueno, o japonés, en realidad australiano de padres chinos, bueno, o japoneses. Cuando el tipo llegaba a la cama después de haberse tomado dos botellas de tinto argentino con sus colegas angloparlantes en la cocina del hostel, se metía en la cama y se ponía a roncar como si le fuera la vida en ello.

La otra noche, cuando ya roncaba, llegó a la habitación el vecino de Málaga (pero del mismo, mismo Málaga) y, asustado ante la serenata, empezó a moverle mientras le decía "¡Eh, quillo..." Al tercer empujoncito, el chino, bueno, o japonés, en realidad australiano de padres chinos, bueno, o japoneses, abrió unos ojos ausentes y aprovechando la coyuntura, el del mismo Málaga le dijo, en perfecto castellano con acento de allí mismo: "Oye, ponte de lao, quillo, ezqueztá roncando musho" El otro, que no habla español ni del normal, incapaz de articular palabra recién despertado de algún viaje entre el monte Fuji y Ayers Rock, volvió a cerrar los ojos y, como por casualidad, se dió la vuelta y durante unos minutos hubo paz en la suite de 3 metros por 4, ocupada por dos brasileños, dos españoles, un australiano y un sueco.

Lo que tienen los hostel es que se hacen amistades de todo el mundo aunque, como la tasa de renovación es tan rápida, yo ya me he quedado sin mis amigos de toda la vida de los últimos dos días. De hecho, se han marchado prácticamente todas las personas que he conocido aquí con la excepción de una chica de Buenos Aires, así que, además del más viejo (rango que adquirí cuando se marcharon dos alemanes talluditos), ahora también soy el más veterano del albergue. Había hecho una pandilla vespertino-nocturna muy maja, compuesta por un porteño, un brasileño normal, un brasileño hijo de madrileño y con familia en Segovia (ya tiene guasa), y yo, con la participación inicial de una norteamericana hincha de River y la sustitución del porteño por una informática bonaerense, que aún se quedará unos días. Los chicos hemos tomado bastantes mates, a pesar de que yo había jurado no hacerlo. Lo mejor del mate es cuando se acaba; no seáis mal pensados, quiero decir que lo mejor es el sabor que queda un rato después de haberlo tomado.

La soledad ha empezado a causar estragos en mis rutinas de higiene personal, tan trabajosamente adquiridas tras años de esfuerzo y disciplina: ya no me peino y he dejado de afeitarme. Me sigo duchando y cepillándome los dientes, pero no sé cuánto resistiré. Aún así, mi cama es la mejor hecha de mi habitación, prácticamente la única con aspecto de lugar en el que tumbarse, taparse y dormir. Tan desastrosos eran los otros que los han echado a todos y, si no viene nadie en este rato, hoy dormiré solo en la suite.

La parte positiva de la soledad es que ni doy la lata, ni me la dan. Ayer y hoy he estado haciendo sendas marchas por el Parque Nacional de Tierra del Fuego, y he tardado el doble de lo sugerido en los carteles o de lo empleado por otros caminantes. Eso sí, estoy seguro de que no han hecho ni la mitad de las fotos que yo, ni han podido mirar tanto como yo, ni han podido ver ni la mitad de las especies de aves (28), algunas alimentando pollos, otras frotando orugas en el suelo para quitarles los pelos urticantes, otras dejando caer mejillones desde el alto para romper las conchas y poder comérselas, otras persiguiendo a otras (chimangos a águilas moras; chimangos a caranchos), etc., etc. Todo ello en un paisaje espectacular, cuando lo deja ver el tiempo que hace. Yo creo que bastante lujo tengo pudiendo estar aquí como para encima querer que haga bueno, así que no me quejaré del tiempo. Hoy ha nevado, llovido y granizado, todo ello en abundancia, y hasta los nativos dicen que no es normal, que como el invierno ha sido muy seco ahora está desmadrado.

Hablando de nativos, los indígenas de la franja costera sur de la isla Grande de Tierra del Fuego, de la isla Navarino y de alguna isla menor eran los yámanas, cuyo primer contacto duradero con los hombres blancos (el primero fue, breve y sangriento, en 1640) fue a partir de las primeras andanzas del entonces capitán Fitz Roy, en la década de los 20 del siglo XIX, cuando descubrieron la existencia del Canal Beagle, al que pusieron el nombre de su barco. Pues bien, a pesar de tan breve historia de los blancos aquí, y de que los yámanas llevaban instalados varios miles de años, el otro día ví con estupor un acto patriótico reivindicativo de la tradición gaucha del país!!! todos con sus caballos, leyendo al Martín Fierro y cosas por el estilo. La tradición es la de los gauchos, toma ya. El acto acabó cantando el himno "Malvinas Argentinas", junto al monumento a los héroes que "...con su sangre regaron...Volveremos!!!", ubicado en la calle "Malvinas Argentinas", que lleva al aeropuerto internacional de Ushuaia llamado Malvinas Argentinas. Este año se cumplen 25 años del aquel desastre (la guerra del Atlántico Sur, la llaman) y muchos coches llevan una enorme pegatina alusiva, con el lema escrito sobre la bandera argentina. Afortunadamente, todos los jóvenes con los que he hablado ven el episodio como un absoluto fiasco de la última hora de la dictadura y no tienen mayor interés en "recuperar" aquellos pedruscos inútiles por medios violentos, algo así como los nos preocupa en general la situación de Gibraltar: anacrónica pero irrelevante.

Más de los yámana: como ya sabéis, iban desnudos, lo que sorprendió enormemente a los ingleses cuando llegaron aquí dado el frío que hacía. La explicación era sencilla: eran recolectores de mariscos, cazadores de nutrias y lobos de mar y poco más, lo que les obligaba a llevar una existencia nómada que, unida a su escasa tecnología, les hacía estar casi continuamente en movimiento y a construir unas chozas mínimas. Si hubieran utilizado ropa -pieles, se entiende- al no tener un sitio adecuado para guardarlas y secarlas, estarían siempre mojadas dando más frío al ponerlas sobre el cuerpo que el que quitarían. Sin embargo, embadurnándose el cuerpo con grasa, además de estar más protegidos, les procuraba un secado rápido al acercarse a las hogueras que llevaban permanentemente encendidas, incluso en las canoas de tres piezas de corteza de coihue. En la marcha que he hecho hoy (6 horas por unos fangales hasta los tobillos, sin parar de caer agua en sus diferentes estados), cuando ya estaba bien calado, he podido vislumbrar la utilidad del asunto.

Otra de las cosas sorprendentes de esta isla es la asombrosa densidad de conejos de Castilla, como se llama aquí a nuestro conejo, que ahora es el suyo. Hay tantos como los que había en España antes de la mixomatosis, se los ve por todas partes, algunos negros, y son francamente chocantes en estos paisajes tan superhúmedos. Si estuvieran así en casa, otro gallo les cantaría a imperiales y linces, y muchas horas de alimentación supementaria se ahorrarían ¿verdad Javier y María?

Este domingo pasado han tenido lugar las elecciones a Intendente (alcalde) de Ushuaia y gobernador de la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur. Las de intendente las ha ganado Sciurano, de la Unión Cívica Radical, derrotando a Garramuño, del MOPOF (Movimiento Popular Fueguino) que llevaba 12 años en el cargo. Según un conductor de los microbuses al parque, joven de Mendoza, metodista o similar, que no paraba de dar gracias a dios (entre otras cosas por ser Argentina un país tan democrático..."¿En España hay democracia?"), decir que la existencia de lesbianas y gays es lamentable, y citar a Noé para contestarme cuándo se habían introducido los conejos aquí (sólo 1, me dice, aunque al decirle yo que, al menos, serían 2, me lo concede), bueno pues según él, el anterior era un soberbio que se creía dueño hasta de la gente y que se apropiaba de tierras para hacer hoteles para turistas, dejando a los de aquí condenados a hacer asentamientos ilegales para hacer sus casas (tendríais que ver muchas de ellas!). Según la de la oficina de turismo, que se autocalificaba de Hola! local por la vasta información ofrecida sin ser solicitida sobre las andanzas del Nano y los Kirchner y la finca del primero en ¿El Calafate?, el actual intendente es muy inteligente ("Incluso es ingeniero"), pero ya era hora de que se largara.

Los bosques de lengas, ñires y coihues están reventones, y la naturaleza sabe que, pese a nuestras quejas, es primavera. Calafates, notros, chauras, parrillas y otro montón de plantas que desconozco o de las que olvido el nombre están en flor. La mayoría de las aves está cebando a sus pollos. Y hasta las lombrices de tierra, desconcertadas, cuando se derrite la nieve se arrastran por las aceras en busca de nuevos horizontes.

Bueno, y para terminar una aclaración: hace algunas entregas hablaba del generalote Roca, masacrador de indios, al que dedicaban todo tipo de espacios. Mabel me hizo notar que había habido también un presidente Roca y a lo mejor las dedicatorias eran para él. Consultado un experto porteño de vacaciones en el área, me confirma las peores sospechas: ambas personas son la misma, ya que no sólo le dedican lagos (aquí hay otro lago Roca, como en la zona de El Calafate), calles, parques y demás, si no que además es considerado uno de los creadores de la patria (que, antes de él, se acababa mucho más al norte) y, como tal, fue nombrado presidente por sus amigotes antes de que, gracias a dios, Argentina fuera una envidiable democracia (el mendocino dixit).

Buenas noches. Seguiremos informando.

4 comentarios:

Pablo dijo...

Si cometo alguna falta en este texto no seré yo culpable sino las lagrimas de risa que cubren mis ojos tras leer tu última entrada... mi más sincero enhorabuena, has conseguido que nos olvidemos de ese horrible frío que te azota. Y querido papaito y paquito, creo que es usted ya suficientemente mayor para saber que no es muy bueno para su delicada salud andar metiendo los piececitos en ciénagas que luego por caprichos meteorológicos de esas latitudes se coge usted una neumonía.
Un beso

Anónimo dijo...

Hola Paco, estoy siendo una de las afortunadas personas que siguen tus aventuras a través de este blog (facilitado por tu cuñado Jorge) y no me he podido resistir a escribirte. Millones de gracias por trasladarnos con tanta proximidad los misterios de una tierra tan fascinante. Espero (pronto) tener la oportunidad de felicitarte (y conocerte) en persona. Te mando el más cálido de los saludos desde Madrid.
Gema*

Unknown dijo...

Padre, que grande eres. Un placer leerte como todos los dias. Buenas noches

Esteban dijo...

Divertidísimo (al menos pra los que no tenemos al lado un chino, o lo que sea, roncando... Veo que estás en plena forma. Voy a ver si trabajo un poco.
Un abrazo.