sábado, 10 de noviembre de 2007

Primeras impresiones desde el fin del mundo


Ushuaia, provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, isla de Tierra del Fuego; 54º 48' S; 68º 19' W

Mabel se marchó y me quedé solo. En los primeros momentos siempre entran las dudas: ¿quién me habrá mandado meterme en este lío? pero se pasan rápido, sobre todo cuando desde el avión se empiezan a despejar las nubes y se ve el estrecho de Magallanes, el canal Beagle y las montañas que los rodean. Hace mucho viento, pero está despejado...al menos en los primeros minutos de mi estancia.

La sensación de aventura más allá de lo normal que parecen implicar las andanzas por estas tierras, ha quedado francamente reducida, por no decir completamente anulada, debido a mis vecinos de avión: nada menos que un grupo grande, animoso y, sobre todo, terriblemente charlatán de....¡¡jubilados españoles!! Tras repartir ejemplares de Hola! (¿tú has leído ya ésta, Pili?), comentar las últimas desgracias de todos los personajes de todos los culebrones de todos los canales de la televisión patria, repetir cada 3 décimas de segundo lo largo que se nos está haciendo el viaje, lo bonito que es todo y que, además, parece que no nieva ni hace frío, no sabía si iba volando a Ushuaia, o iba en un autobús a tomar las aguas en el balneario de, pongamos por caso, Archena. Adiós Fitz Roy, adiós Darwin, adiós aventura, bienvenido al fin-del-mundo-global. Dado el ataque de soledad inicial, incluso estuve a punto de pegar la hebra con ellos, buscando algo de calor de abuela, pero un arranque de dignidad me lo impidió, hasta justo antes de aterrizar cuando le dije a mi vecina que, aunque hacia sol, se abrigara porque hacía mucho viento, como indicaba la manga del aeropuerto casi horizontal y, por lo tanto, frío; entonces, admirada, me miró a los ojos y me preguntó, sin duda por mi acento: ¡Ah! ¿Usted es de aquí?

Aunque dentro de un rato voy a entrar en el museo yámana para aprender algo de los indígenas fueguinos, ya puedo adelantarte, Luis, que lo que contó Darwin sobre que los habitantes de estas tierras se comían a sus ancianas antes que a sus perros en épocas de hambre, ya que los perros servían para cazar nutrias y las viejas no servían para nada, es falso según quienes han conocido realmente a los fueguinos. De hecho, ni siquiera comían zorros o caranchos porque podían haber comido carne humana.

Bueno, anoche las nubes cubrían el Beagle y la isla Navarino (que, si está despejado, se ven desde mi albergue, situado después de una cuesta inhumanamente larga y empinada), cuando me acosté llovía copiosamente, y cuando me he levantado nevaba ¿quién da más?

Respecto al alojamiento, he dormido en una litera de arriba, en una habitación con 6 ocupantes de los que, al menos 2, se han pasado la noche roncando, a pesar de mis ruiditos disuasorios que, a juzgar por los nulos resultados, no funcionan en el hemisferio sur. Me había tocado una taquilla enana. Afortunadamente, a las 5:30 se han ido 2; yo me he levantado a las 6 y después de ducharme (mola ir por un corredor por el patio, enrrollado en una toalla, mientras nieva mansamente y se ven unas montañas gigantes a tiro de piedra absolutamente cubiertas de nieve), aprovechando que los jóvenes duermen mucho, he ocupado una de las taquillas grandes y una de las camas de abajo liberadas. Cuando me he ido del albergue casi dos horas después, mis vecinos seguían durmiendo y roncando.

Petreles gigantes, gaviotas cocineras, gaviotas de cabeza gris y los inevitables teros (además de un frío de narices) están siendo mis compañeros esta mañana.

Seguiremos informando.

1 comentario:

Pablo dijo...

... aunque incluso en ese horirble tiempo estes disfrutando como un enano haciendo lo que te gusta, ten cuidado y no seas roñoso y vete a algun hostal en condiciones! no sabía que tenías problemas con los ronquidos!! jeje
Ayer por la noche estube paseando con nuria por Alcala, Puerta del Sol y Plaza Mayor, todo iluminado por la noche.
Sigue disfrutando y cuidate la espalda.
Un beso